Echando un vistazo rápido a la silueta de este vehículo, cualquier ojo inexperto (y no tan inexperto) exclamaría, ¡vaya Lamborgini!
Se equivocaría por completo, pues este superdeportivo, también de origen italiano, a pesar de parecérsele mucho no es un Lamborgini, si no un Cizeta-Moroder. El porqué de este parecido, viene de su diseñador, Marcello Gandini, que fue el creador del Countach . La forma del V16T en realidad, es la estética que Marcello quería otorgar al Lamborgini Diablo, que tras la adquisición de la marca transalpina por parte de Chrysler, tuvo que suavizar su diseño. El “estilista” italiano, quiso continuar con el proyecto, con la ayuda de Claudio Zampolli (que colaboró también en su diseño) y Giorgio Moroder, ambos, propietarios de la marca Cizeta-Moroder.
A pesar de que su nombre sea V16, en realidad monta dos V8 estructurados desde cero, que comparten bloque y que está situado de manera transversal justo detrás de los asientos de los ocupantes. Un potente motor de 5995 cm3 que otorga cerca de 540 cv a 8000 rpm.
Con esta serie de características, era de esperar que su demanda fuese elevada, pero Cizeta-Moroder se llevo una gran decepción. Solo lograron colocar en las carreteras del mundo a 8 de estos agresivos superdeportivos entre 1991 y 1995, cosa que me hace pensar, que el día de mañana serán clásicos cotizados, con total seguridad y sobre todo el único descapotable que salió de fabrica entre 1999 y 2003.
Daniel Rodríguez.
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